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viernes, 13 de marzo de 2009

Video Entrevista a Hernan y Matias Botbol, fundadores de Taringa (1ra parte)

Dicen no tener socios ni inversores y aunque ya han recibido algunas ofertas, aseguran que tampoco se les cruza por la cabeza la idea de vender. Semejante viento a favor es el que sopla para el trío sub-30 que forman los hermanos Matías y Hernán Botbol junto a Alberto Nakayama, la base de Taringa!, uno de los mayores éxitos de la Internet local. Con apenas 12 empleados apretados en sus oficinas de la Avenida Santa Fe y 30 moderadores que trabajan desde sus máquinas ubicuas ad-honorem se las ingenian para atender a 2 millones de visitantes únicos y recibir 5 mil posts diarios, según estadísticas de Google Analytics. Cuentan para eso, claro, con la ayuda de 1,6 millones de usuarios registrados.

¿Qué es Taringa!? En pocas palabras, una comunidad de usuarios dispuestos a compartir información que se traduce en descarga de películas, música, software y casi todo lo que uno pueda buscar en Internet sin pagar. Inteligencia colectiva le llaman ellos. Aunque sus detractores digan que es pura viveza criolla. Ajenos a las críticas, los Botbol dicen que en Taringa se trabaja por el bien de todos. "La suma de las partes hacen un mejor sitio", dice Hernán, el menor de los hermanos.

La historia agregará que al sitio no lo inventaron los Botbol. Se lo compraron a un cliente allá por 2006 por una cifra hoy irrisoria. En esa época tenía 30 mil visitantes únicos. Ellos reformularon la idea y en marzo de 2007 pidieron pista. "Teníamos la semilla del árbol, había que regarla", dice Matías. Claro que en los comienzos, el árbol tenía una rama XXX, una usina de tráfico que luego mudaría sus contenidos para adultos a Poringa! Otro éxito, otra historia.

La mayoría de la información la aportan los usuarios, y éstos pocas veces la producen sino que la toman de otro sitio. En total son 27 categorías con temáticas muy amplias. "Todo lo que sea multimedia funciona bien y lo mismo pasa con los llamados nichos", dice Hernán. Con nichos se refiere a esos contenidos decretados muertos o con muy poco espacio en los medios masivos. Matías, consciente de que muchas veces son señalados por "beneficiarse" del aporte de los usuarios, responde: "No estamos arriba de la comunidad, sino abajo, nuestra tarea es defender la convivencia". Y Hernán redondea: "Nuestro trabajo es hacer que Taringa! sea una buena herramienta y que los usuarios, gracias a eso, puedan compartir".

Pero desde Napster, aquel sitio para compartir archivos entre pares que le dio el primer gran golpe a la industria discográfica, la palabra compartir hiere los oídos de cualquier productor de contenido con copyright. "La situación es confusa. Internet vive de los links. Google es así, Yahoo es así", grafica Matías. Lo saben y lo dicen: en esa maraña de sitios web que convive en Internet, en donde todo se relaciona con todo, nadie tiene el control.

Y menos ellos. "Desconocemos si el contenido de un post tiene derechos", responden, casi de manual. Y aclaran: "Siempre que nos llegue una denuncia del titular de esos derechos, eliminamos el post". Frente a las denuncias de piratería, la estrategia es clara. "Por temas legales usamos como espejo a Google o a Blogspot, prohibiendo los links, hasta Google dejaría de existir", dicen

Pero Taringa! tiene más argumentos que el todo gratis. Sin ir más lejos, el sitio va construyendo su propia cosmogonía. Una escala social que sin premios materiales tiene imantados a miles de usuarios mediante la entrega de puntos. Y sí, como en tierra firme, los taringueros están divididos en clases sociales. Están los usuarios Great, apenas 67; los Gold, que suman 67; los Sylver, 450; los Full, 54.238; los New Full, 80.566 y luego vienen los novatos, algo así como un 1,5 millones de registrados con el rótulo de plebe. La democracia de Internet, ¿es puro verso?

"Distinguimos a nuestros usuarios, por eso creamos las categorías", dice Matías. Claro, él mismo con el nick Manolo12 está bien arriba en la escala social, si hasta lo llaman el Señor Taringa! "Hay usuarios que son más prestigiosos que otros porque aportan mejor contenido o son más ingeniosos", aclara Matías. Y con tantas diferencias sociales, por supuesto hay lucha de clases. "A veces hay guerra y hay problemas internos, pero la comunidad siempre es más importante, son peleas de entre casa", sigue Matías.

La pregunta del millón es para qué sirven esos puntos que otorgan los mismos usuarios y que permiten trepar en la escala social. Los hermanos Botbol coinciden en que los taringueros mejor ranqueados se convierten en líderes de opinión. "Ese reconocimiento a veces llega a la vida real", dice Matías y cuenta historias de taringueros "famosos" a quienes les hacen regalos en negocios o boliches una vez que se enteran de quiénes son. A otros no les va tan bien, claro. Es el caso de Peluchín, un taringuero al que tomaron de punto a quien desde hace meses vapulean con videos, fotos trucadas y las gastadas digitales más impensadas. "Son fenómenos que se producen dentro de la comunidad y que no podemos parar", explicó Matías.

El diseño, el manejo de la publicidad y la moderación de los comentarios son otros puntos fuertes. "Taringa! se está rediseñando todo el tiempo, pero es importante que los usuarios no vivan cambios abruptos", dice Hernán. Y agrega: "Queremos un sitio simple que se destaque por su funcionalidad". En relación a los comentarios, un dolor de cabeza para muchos sitios argentinos, las reglas son claras. "Como estamos en la Argentina, tratamos de evitar los debates políticos y futboleros, que suele derivar en discusiones sin sentido", dice Matías quien sabe bien lo fácil que es discutir e insultar detrás de una computadora y sin dar la cara. "Eso genera violencia y peleas que se alejan del sentido del sitio, que está basado en la colaboración mutua", dice.

Desde noviembre , cuando un chico encontró a su padre después de años sin verlo publicando un anuncio en Taringa!, el sitio, por su tráfico, se ha vuelto un referente a la hora de buscar gente o hacer pedidos solidarios. También son cada vez más frecuentes los encuentros entre taringueros. " El taringuero puede ser un banquero, un mecánico y aunque no lleva un look especial sí tiene en común el hecho de dominar la tecnología", dice Matías que esquiva cualquier comparación con las tribus urbanas o con otras comunidades como los floggers, por ejemplo. "El 80 por ciento de nuestros usuarios tiene entre 18 y 35 años, a muchos les gusta compartir información y son muy proactivos, no es el tipo de gente que se sienta a mirar televisión", define Hernán.

Y el perfil del taringuero es transnacional. El sitio es muy fuerte en España, México y Chile, y los Botbol están muy entusiasmados con su próximo desembarco en Brasil. "Somos conscientes de que en Internet el éxito puede ser efímero, pero trabajamos duro para que esto funcione". ¿No estarán haciendo esto sólo para llenarse de plata? "No somos mercenarios de Internet, nos gusta lo que hacemos y nos gusta vivir de esto", dicen al unísono. Entre risas, vistiendo bermudas y ojotas, los Botbol recorren sus oficinas todavía incrédulos. "Viajamos en colectivo y escuchamos a gente que habla de Taringa! y decimos ¡Guau, hasta dónde llegamos!".


Fuente:
Por Horacio Bilbao y María Farber de clarin.com

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Todos los Videos de TEDx Buenos Aires 2010.

¿Qué es TEDx? Con el espíritu de difundir ideas, TED ha creado un programa llamado TEDx. El equipo organizador de TEDxRíodelaPlata co-organizó TEDxBuenosAires, que se realizó el 8 de abril de 2010 y que contó con 19 oradores originales (también se mostraron 3 videos de charlas de TED). Para ver los videos de las charlas de estos 19 oradores, cliqueen sobre la foto de cada orador.
Mariano Sigman
Inés Sanguinetti
Gabriel Gellon
Luis Pescetti
Manu Ginóbili
Bea Pellizzari
José Cibelli
Roberto Guareschi
Constanza Ceruti
Luis Moreno Ocampo
Miguel Brechner Frey
Mercedes Salado Puerto
Matías Zaldarriaga
Jaime Lerner
Marcos Salt
Rafael Spregelburd
Axel Krygier
Marcelo Moguilevsky